Mexicano quiere ser la pesadilla de Facebook
A sus 22 años, Joel Hernández es el directivo y creador de Openbook, una plataforma que va a dar prioridad a los usuarios sobre los anuncios.
Programó su primer servidor online a los once años y logró que cerca de tres mil usuarios se registrasen en una plataforma de juegos para videoconsolas que les dejaba interaccionar en modo multijugador con otras personas en tiempo real.
Originario de la ciudad de Guadalajara, Jalisco, Joel Hernández fue educado en la casa de la mano de 10 hermanos y una barra de ballet tradicional en el patio de su casa, hasta el momento en que llegó la primera computadora a la familia, misma que lo transformó en un apasionado del diseño digital y la computación.
Este joven emprendedor es ni más ni menos que el hermano menor de quien fuera considerado el Mejor Bailarín del Planeta en 2018 Isaac Hernández, el primer bailarín mexicano de la English National Ballet en ser reconocido con el “Prix Benois de la Danse”, solo que en contraste a su hermano, su camino se forjó con líneas de código, en vez de mallas, zapatillas y dobles pirouettes.
Su interés llegó a tal grado que empezó a educarse en temas digitales y programación desde los once años, con libros que le traían sus hermanos de USA.
Cuando obtuvo su mayoría de edad, sin consultar ni informar a sus progenitores, aplicó para la Universidad Libre de Amsterdam (Vrije Universiteit), misma que lo admitió tras una serie de exámenes de matemáticas y conocimientos generales para estudiar una ingeniería en sistemas computacionales.
El día de hoy, cuatro años después, y con la implementación reciente en Europa del Reglamento General de Protección de Datos (GDPR, por sus iniciales en inglés) de su lado, Hernández es directivo y creador de Openbook, la plataforma que desea terminar con el monopolio de Fb un usuario al unísono y uno de los convidados para ser una parte del listado Forbes “30 Under treinta Europe”, que entiende a los treinta emprendedores menores treinta de Europa más simbólicos de la zona.
Una red social para los usuarios, construida por los usuarios
Hoy en día las oficinas primordiales de Openbook se hallan en la urbe de Ámsterdam, en Holanda, lugar desde donde se edifican y se programan los servidores, se gestionan las licencias y permisos, y se comunican con más o menos treinta ingenieros, diseñadores web y programadores.
Para quienes no son particularmente genios de la programación, la plataforma dejará la personalización del perfil, el que no solo se refiere a una fotografía y una portada, sino más bien a la construcción completa de colores, tipografía, el género de contenido deseado, las fuentes de información toleradas y el diseño de un avatar animado.
Aún, para combatir el tema de las fake news, cada usuario va a tener la ocasión, no solo de reportar posts, abusos o bien ofensas, sino más bien de escoger a los autores de contenido que desee para informarse, aparte de que la plataforma va a contar con su equipo de ‘fact checkers’ para monitorear que la actividad en esta nueva red social esté libre de violencia, noticias falsas y acontencimientos que alienten al odio y la polarización.
Sin embargo, lo mejor de todo este esmero es que 30% de las ganancias de Openbook se donarán a Founders Pledge, un programa sin fines de Lucro en R. Unido, en el que los empresarios se comprometen a donar una parte de sus ingresos para proyectos de educación, sanitización, atención a problemas médicos mental y fondos para situaciones de urgencia a nivel del mundo.
“Si llegamos a ser cómo Facebook, podríamos dar sustento a 20 Unicefs”, comenta Hernández.
Encriptación, el ingrediente primordial
Al comienzo, sus compañeros no pensaron que un tema como la privacidad fuera tan esencial, e inclusive le aseguraron que su idea estaba condenada al fracaso puesto que “la gente no conocía lo que era la privacidad”.
Tras la filtración de datos de más de ochenta millones de usuarios de la compañía de Zuckerberg, en un intento de la asesora política Cambridge Analytica por favorecer la campaña presidencial de Trump en dos mil dieciséis, Hernández se resolvió a crear la “última red social” desde la nueva reglamentación europea, una que diese prioridad a los usuarios y autores de contenido, sin anuncios y sobre todo, con la posibilidad de cifrar su información personal.
Esta aplicación gratis y cien por ciento móvil, dejará a los usuarios importar su información de Fb, para eludir que pierdan los recuerdos y contactos ya guardados en internet social, una de las armas esenciales si el emprendedor mexicano desea vencer al ‘monopolio de datos’ que dirige Zuckerberg.
Aparte de absoluta trasparencia sobre el empleo de la información y los datos de las personas que se registren, Hernández tiene otro as bajo la manga: Phil Zimmerman.
Quien fuera el autor de PGP (Pretty Good Privacy), un software de cifrado, firma y autentificación y un icono de la encriptación, es el primordial inversor tras su proyecto, mismo que fue creado en menos de cuatro meses por un conjunto de programadores y diseñadores digitales con ciento quince mil dólares americanos conseguidos desde una campaña de Kickstarter.
Las redes sociales no son sitio para anuncios
La idea brotó hace 3 años, mientras que navegaba por la red social más popular del planeta, cuando se dio cuenta que “la información y la privacidad en las redes sociales ya no era propiedad de las personas, sino de las empresas”.
Esto, conforme Hernández, ha causado que la evolución de las diferentes plataformas se haya transformado en un ciclo vicioso en donde, realmente, no hay nada nuevo en sus actualizaciones, ni en las nuevas funciones que presentan.
“Abusan. Saben dónde y con quién estás, qué deseas, qué te agrada y qué no”, afirma Hernández a Forbes México y asegura que el inconveniente de la inteligencia artificial de Fb es que “aprende, mas no sabe desaprender”, lo que ha promovido que el espacio digital se haya transformado en un sitio donde reina el morbo y el amarillismo.
“Si viste un video en el que te etiquetaron o te enviaron, a partir de ese momento estás sentenciado a ver ese tipo de contenido en tu newsfeed”, explica Hernández.
Sin embargo, la primera pregunta que viene a la psique cuando este emprendedor asegura que va a dejar fuera a los anunciantes y la venta de datos personales para efectos de publicidad y targeting de campañas para las compañías, es el modelo de negocio que incorporará para entonces hacer de esta idea una compañía real.
La contestación asimismo entiende a la tecnología: criptomonedas.
Los usuarios van a poder hacer transacciones digitales en esta aplicación, comenzar ‘internet challenges’, subir fotografías, compartir estados, comentar y normalmente todo cuanto las personas hacen en redes sociales, únicamente que las funciones de todas y cada una, van a estar en una misma.
Instagram, Twitter, Snapchat, Tumblr., Fb, LinkedIn, Flickr, Reddit, YouTube, entre otras, van a ser cosa del pasado para transformarse en una plataforma donde los usuarios van a poder interaccionar entre ellos en chatrooms de RA, adquirir, abonar y vender productos mediante un sistema de inventarios y recibos, basado en una moneda digital llamada ‘Tip’, creada asimismo por el mexicano.
De momento, la aplicación está libre en una versión beta con una comunidad de alrededor mil quinientos usuarios y se lanzará oficialmente en el mes de febrero de dos mil diecinueve, en donde espera registrar hasta quince mil personas y en el primer mes lograr los cien mil usuarios.
Los idiomas en los que se puede descargar hasta hoy son inglés, francés, de España y alemán, y Hernández aseguró que todavía trabajan en el desarrollo de exactamente la misma en chino mandarín, para entrar a China, uno que presenta grandes desafíos frente a la censura que existe en el país asiático, más que al unísono es una enorme ventaja por lo robusto de su mercado.
En este sentido, el emprendedor veinteañero asegura que para romper cualquier límite en temas de la difusión de contenidos, es preciso ofrecer acceso al usuario desde los servidores de su país, para eludir con lo que la tecnología sea bloqueada.
Por último, Joel Hernández habla sobre las posibilidades de triunfar en Europa en temas de nuevas tecnologías.
“Como mexicanos vivimos en un escenario muy cerrado, limitado a Estados Unidos, que sólo comercializa productos, cuando en Europa el auge de la Inteligencia Artificial brinda tantas oportunidades para obtener fondos y desarrollar ideas desde cero”, finalizó